La práctica nueve consistía en realizar en un breve resumen una valoración personal acerca de las posibilidades educativas del libro digital o la realidad aumentada. Personalmente preferí escoger el libro digital porque lo vi un tema más dinámico y polémica actualmente. Aquí dejo mi opinión:
El tema escogido es Libro
Digital porque aunque no conozco en profundidad ninguna de las propuestas,
me he regido por la que a primera vista, me ha llamado más la atención.
Muchos son
los docentes que discrepan entre el uso del libro digital y el libro de papel.
La cuestión que nos planteábamos tiempo atrás era ¿Quién iba a querer cambiar
las hojas perfectamente encuadernadas por una pantalla que pasa las páginas con
un pequeño movimiento? Desde siempre, es mejor sentir el encanto de leer un
libro teniéndolo en las manos, palpándolo, sintiéndolo cercano, que no poseer
un libro electrónico que se utiliza con frecuencia.
Desde un
principio, muchas personas de mi alrededor, incluyéndome a mí, hemos rechazado
el libro digital por su aspecto frío e insensible, y aún son muchos los que se
resisten. Personalmente no le veo gran utilidad como recurso educativo porque
un libro digital te cuenta lo mismo que un libro de papel, incluso el libro
digital serviría para distraer a los alumnos.
Si
comparamos este hecho con avances anteriores, he recordado cómo la máquina de
escribir se sustituyó por el ordenador. Viendo este cambio, es normal que se reemplace
el soporte de papel por el electrónico, dado que éste ofrece más posibilidades.
Para trabajarlo en el aula, el libro digital dispone de gran variedad de
aplicaciones gratuitas de Internet, haciendo que tanto los alumnos como el
profesor trabajen y desarrollen actividades libremente.
El libro
digital es un recurso educativo que está convenciendo cada vez más rápido a los
docentes, utilizándolo como portafolios o como diario, entre otras tareas. Es
muy fácil de utilizar y puede englobar todas las asignaturas y cursos que el
docente imparta.
En cuanto
al papel del libro digital frente a los alumnos es limitado por dos razones. La
primera es que este soporte tecnológico iría encaminado únicamente al tercer
ciclo de Educación Primaria gracias al programa Escuela 2.0. y porque al igual
que los ordenadores portátiles de los que actualmente disponen los alumnos, el
libro digital sería muy útil como apoyo en la búsqueda de información pero no
para la realización de trabajos por la falta de teclado.
La
conclusión que extraigo de esta reflexión es que el libro de texto como apoyo en
el proceso de enseñanza-aprendizaje tiene un futuro bastante negro por la
influencia que la tecnología tiene frente al soporte de papel. Y la utilidad de
éste en el ámbito educativo no la veo del todo necesaria teniendo en cuenta que
ya disponen de ordenadores portátiles.
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